martes, 15 de mayo de 2012

Vamos con los ismos

Desde pequeño siempre he escuchado que los extremismos siempre son malos, que nos llevan a no tener un punto de vista objetivo ni capacidad de empatizar con nuestros congéneres.

Pues bien, hemos conseguido hacer del extremismo nuestro modo de vida, y lo hemos llevado a todos los ámbitos, seguramente habrá quien no me crea, pero voy a tratar de derramar algún resquicio de triste luz sobre nuestra oscura visión del alegre mundo.

Los ismos vienen a nosotros de forma natural, ya desde pequeños nos hacen decidir por algunos  de ellos, posiblemente el primero que escogí yo sería el barcelonismo, lo que no sabía es que el hacerme fan de un equipo de fútbol iba a marcar el resto de mi vida en todo lo referente al deporte, ya nunca podré afirmar libremente que mi equipo hace algo mal y el rival algo bien, porque no es posible dentro de la doctrina del ismo. Y la verdad jodido quedé porque absolutamente toda mi familia es del otro equipo...supongo que mi espíritu rebelde y de contrariedad siempre ha influido en mis ismos...

La siguiente decisión es el ismo religioso, aquel que nos impulsa a a defender ideas, a atacar a curas, a odiar a otros y a criticar a quienes estén en un lado aunque estén haciendo una labor increíblemente necesaria, y en el ismo religioso caben el agnosticismo y el ateísmo que muchas veces generan más odio que ninguna otra religión.

Después de estos dos primeros ismos que se suelen definir a edades más tempranas que los demás, (aunque  no siempre permanecen), vienen otros muchos ismos que decidir, primero el sexo, hay que definir una postura, no puedes no ser feminista o machista...(el concepto antisexismo no es público); después la política, aquí da igual de que lado se ponga cada uno, hay un evidente sectarismo político, y por lo general lleno de frases grandilocuentes, absurda retórica, un gran vacío de contenidos y enormes contradicciones...

ya determinados los principales ismos, sólo queda definir que ismos nos convencen más y así vienen como si de un río caudaloso se tratara, llegando en cascada el naturismo, el consumismo, el modernismo, el victimismo, el burrismo, el cuerpismo, el gilipollismo y sobre todo los dos principales de todos el yomismmismo y el egoísmo, estos últimos como corrientes filosóficas en las que lo único que importa es estar bien y que se note...

está claro que nos ponemos en una postura y adiós a la empatía...que pena!!